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En un grupo formado por varias entidades o filiales, preservar los márgenes exige ahorrar eliminando costes ocultos, en particular los vinculados a operaciones intragrupo (intercos).
Bajo esta terminología agrupamos todos los intercambios financieros entre dos filiales de un mismo grupo, ya sean compras o ventas de bienes, servicios o activos fijos, financiación recíproca o incluso reparto de dividendos. Si no se informan claramente como transacciones intragrupo, estos movimientos impiden la correcta lectura de las deudas, ingresos y gastos del grupo, y generan una cierta imprecisión en la restitución de los estados financieros consolidados del grupo.
Sin embargo, los movimientos financieros entre filiales no tienen impacto en la cifra de negocios consolidada del grupo ya que la suma de las transacciones realizadas entre las entidades es cero. Además, la gestión administrativa de estos movimientos genera un coste (facturas/pagos/cobros) que aumenta si requieren financiación externa o impactan en varias monedas.
La implementación de un sistema de compensación intragrupo aumenta la confiabilidad de las cifras consolidadas del grupo, elimina movimientos financieros innecesarios y reduce las cargas administrativas relacionadas.
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